Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y CCSS

Pedimos perfección a los electores, pedimos gente sacra, pura y pulcra. Somos como los discípulos de alguna religión monoteísta. Creemos en un dios santo, beatificado y ensalzado. Si viviéramos en el primitivismo ya hace ratos hubiéramos hecho dioses a los candidatos, totemistas baratos ya hubiéramos construido. Pero estamos en la modernidad, en la época supuesta donde impera la razón, sin embargo, cada vez que elegimos el elector en su mayoría muestra su actitud ignara de equivocarse ya que casi nunca acierta.

Es que no hay candidato perfecto, todos son susceptibles, todos son humanos y por lo tanto con yerros y debilidades.

Si es pobre el candidato sus opositores dirán que entrará a robar ya que nunca verá tanto dinero que aprovechará para hacerse rico.

Si es rico dirán que entrará a robar más ya que los ricos saben cómo hacer fortuna y más riqueza para sí.

Si es flaco y amable dirán que es un farandulero, aprovechado de las buenas voluntades, si es gordito y bonachón dirán que todo lo conquista con la gula y con el vicio de los seguidores de Vaco.

Si tiene un carácter jodido dirán es déspota y solo en campaña finge urbanidad, Si posee una personalidad simpática dirán que es un hipócrita y una mascarilla de gente.

El elector pide perfección. Si es buen católico dirán que solo va a misa los domingos, pero no cumple los sacramentos, y si los cumple dirán que no da ofrenda, en fin, el elector pide perfección.

Si es cristiano evangélico dirán que son más diablos que él mismo belcebú y si es buen cristiano dirán que no da diezmo y si da declaran que vive de ellas y que ahora quiere vivir del diezmo de los paganos. En fin, el elector pide perfección.

Si es agnóstico dirán que desaparecerá las buenas costumbres patronales de fiestas y verbenas. Si en verdad no hace eso dirán que no cree en dios y es suficiente para no votar por él o ella. Pide perfección el elector.

Si es Licenciado o posee grado de maestría o Doctor dirán que sabe robar mejor, si no tiene estudios acabados de pre grado dirán que es un burro que no sabe dónde está parado. El elector pide perfección.

Si es joven dirán que no saben nada de la vida y serán títeres de otros y que cederá a sus bajas pasiones, si es viejo dirán que no tendrá fuerzas para gobernar y solo será un sugar daddy de algún glúteo joven. El elector pide perfección.

El elector pide perfectos pero el elector no lo es, el elector es todo lo contrario a lo que pide, la mayoría pide perfección, pero la mayoría de electores es putrefacción, piden recato en sus candidatos, pero eligen a quienes son como la mayoría unos descarados e impropios con sus ideales.

El elector pide honestos pero una mayoría elige cleptómanos del arca pública, el elector no elige a los buenos, La mayoría elige a quienes son ellos: Infectos, sépticos. Fariseos y Saduceos modernos que velan solo por sus necesidades y se doblan ante los poderes económicos y les importa un bledo las grandes mayorías y sus carencias.