Lo siento por los fanáticos de ambos extremos. Pero con la nueva escalada de bronca, el Perú no puede seguir en permanente crisis camino al hoyo. Acá no hay buenos ni malos, solo dos culpables: el Congreso y el presidente Pedro Castillo. Lo único que les distingue de la magnitud de sus culpas, es quién tiró la primera piedra. Y fue esta facha de parlamentarios, que los peruanos en cada elección nos esforzamos por elegir a los peores. El pueblo no puede culpar a la derecha ni a los medios de estos resultados, así como no puede lavarse las manos al elegir a sus alcaldes y gobernadores, en su mayoría tira de ladrones. ¿No creo que la derecha ni la prensa ni los empresarios sean culpables de esos resultados o sí? Son nuestros votos que ponen a nuestras autoridades distritales, regionales así como a los nacionales. Ya dejémonos de tonterías, ¡hipócritas! Si algo debe unirnos en estas horas de guerra, que ojala sea el fin, es que los dos poderes tienen que largarse o tenemos que largarlos.

Por Yonel Rosales

Es cierto que este congreso intentó vacar desde un inicio a Castillo, pero la verdad de lo cierto, es que son los malos perdedores: los fujimoristas, apristas, porkylovers y toda carca caverna vencida que no aceptó su derrota el que intentó impedir que el presidente siquiera jure al cargo inventándose un fraude y a continuación fracasaron dos veces en vacarlo. Sin embargo, los golpistas, esos malos perdedores, siempre fueron minoría, sino, al primer intento hubiesen vuelto a Castillo a su Chota. Con el paso del tiempo, ¿acaso no hubiera sido lo mejor y acabar al inicio esta crisis? Este congreso tonto y corrupto, que no esperó sus tiempos, el desgaste natural de su contendor, solito se puso la soga al cuello, me refiero al repudio de la gente, más detestada que el ejecutivo. Así, encajados en su corruptela, el congreso inició la bronca.

Pero Castillo y su gobierno, también solitos se pusieron la soga al cuello, hasta ganarse el repudio del pueblo del que siempre se llena la boca, así como el rechazo de este redactor, que solo votó por Castillo porque el fujimorismo estaba a punto de ganarle, sino viciaba mi voto. Siempre me pareció un malísimo candidato para presidente, me equivoqué, era peor que malísimo en el poder. Desde el inicio designó una mayoría de pésimos ministros, casi de su misma condición, cuando se esperaba que se rodee de buenos asesores y ejemplares personajes. Por lo contrario, se esmeran en nombrar funcionarios ricos en prontuarios, sin méritos y experiencia para dirigir el Estado, sus resultados ahora empezamos a sentirlos. Caso PetroPerú, una empresa pública llevada a la quiebra en un año de gobierno, nos llevó a la escases de combustible en el país y sus consecuencias con el alza de precios. ¿Hasta dónde debe destruir Castillo el enclenque aparato estatal, para que por fin lo larguemos? Cuatro veces no pueden comprar abono, ¿eso es culpa de la derecha o de la prensa? Hay un larguísimo etc.

No solo es la incapacidad o sus interminables metidas de pata. Son también los serios indicios de corrupción. Ladrones e ineptos parieron a los nuevos fanáticos fujis, defensores de Castillo. A los escuderos de los fujiapristas, presos, prófugos o suicidados, les caracteriza la defensa fanática de sus líderes. No importan las sentencias ni las evidentes pruebas, indicios ni el sentido común. Los defienden como a santos de su devoción. Ese mismo cinismo caracteriza a los defensores de este gobierno. ¿Esperan un video a lo Montesinos o un recibo por coima para creer que Castillo es otro político de la casta de mentirosos, traidores y corruptos? La diferencia está en hablar a nombre del pueblo. ¿Con Toledo, Ollanta o Alan hubo algún recibo de coima o le delataron sus compinches? O sea porque Castillo se victimiza, se dice pobrecito hombre rural, cholo, serrano ¿debemos pasarlo por alto? PPK y Vizcarra fueron echados por menos.

Castillo nunca da una explicación creíble por qué su hija ofrecía obras con el empresario que ganó las millonarias obras. Por qué tenía esos sellos de autoridades. Tampoco explica por qué sus cuñados dieron alrededor de 90 mil soles a un desconocido, presunto testaferro, dicen fue un préstamo. ¿Alguien le presta diez soles a un extraño? No explica, por qué empresarios amigos, que antes casi no tenían contratos con el Estado ahora tienen millones en obras. O por qué Pacheco tenía esos 20 mil dólares en el palacio, por qué Zamir, por qué Espino, por qué Villaverde… etc, etc. sindican a Castillo. Cabe precisar que estas personas no fueron designadas por la derecha o la “prensa mermelera” para ser “su gente” del presidente.

Ni la prensa ni los golpistas son responsables de la inestabilidad de ministros y altos funcionarios que son cambiados a cada rato. Sin embargo, el gobierno tiene la concha de culpar al congreso. De los aproximadamente 70 ministros que cambió Castillo, al parecer solo cinco fueron botados por el  parlamento, entre ellos el exministro de transportes, prófugo, chochera de Castillo. Pero ambos extremos, mienten y mienten. Allá los que les creen para defender a su corrupto favorito. Insisto, el único lado correcto es que los dos se larguen, porque el Congreso tanto como Castillo lo decidieron así desde el comienzo. El primero por torpe, vacador y corrupto, el segundo, es su siamés inepto y corrupto.

He caído en la cuenta, si acaso votamos por Castillo, considerándolo moralmente un mal menor frente a Fujimori. ¿Acaso no habría sido algo tolerable un gobierno de Keiko? Porque, aunque tuvimos casi todos los presidentes corruptos, al menos no eran tan torpes como Castillo. No sé si aplica el roba pero no hace obra o al revés.